viernes, 12 de noviembre de 2010

“SIN TITULO” 12-11-2010


Hoy desperté temprano, no sé que siento, creo saberlo, pero no quiero admitirlo, en un estado contradictorio, me niego a levantarme de mi cama, y suplicarle a mi cuerpo que colabore conmigo para activarme, él se niega, entonces aparece la razón dando un discurso: "hay que seguir adelante, la vida es bella, sal y mira el sol, agradece a Dios por estar vivo"…

Al carajo que fastidio con los clichés de autoayuda que han progresado a lo largo de mi existencia arraigándose en mi ser en un estado compasivo, no más, “DE NUEVO GRITO DESDE MIS Vísceras AL CARAJO TODO”, mi película de recuerdos se invade de momentos tristes con la firme convicción de querer descubrir que carrizo me tiene desalentada sin ánimos y vuelta un guiñapo.

Entonces comienzo a llorar, ladillo a cualquier persona buscando compasión, y sigo sin saber que carajo pasa, no voy a la escuela, no estudio mis lecciones de canto, no miro al puto sol, no me gusta mi ropa, mi color de pared me parece un asco, y si alguien me sonríe pienso que es estupido, en estas condiciones la mejor opción pienso: es quedarme en casa sin salir a enfrentar el hostigante metro, el absurdo tiempo de mi ciudad, si salgo con el paraguas que es mas grande que mi humanidad, tiendo a dejarle botado en todas partes, y entonces después de cargar con la vaina todo el día, pues no llueve,  pero si tomo la opción de no traerle conmigo, jajajajaja pues debo comprar un paraguas chino que no abarca mi humanidad que además es desechable e igual me mojo como cual pendeja, porque justo cuando no cargo con el puto paraguas tamaño familiar pues llueve.

En un caótico caso, noto que ando huyendo de alguien o de algo, continuo agotando innecesariamente mi intelecto y mi cuerpo, continuo huyendo de fantasmas, veo películas, compro mariqueras, voy a médicos, busco remedios que resultan siendo peor que la enfermedad, evito mirarme al espejo,  justo cuando me meto en una tienda me mido una prenda de vestir, descubro que allí está un espejo ENORME, donde puedo mirar mis ojos, mi rostro, mi cuerpo y hasta mis huellas… Descubro entonces con horror que andaba huyendo de mi misma…

Por experiencia en estos días de horror donde uno dice no soportarse así mismo la mejor opción querida y querido amigo: “QUEDESE EN CASA” concilie su sueño, haga la paz consigo mismo sin instrucciones no compare, no busque instrucciones en el frasco de la mayonesa que usted no necesita que lo amen, menos que lo quieran, usted y yo amigos míos necesitamos encontrarnos con nosotros mismos…

Lejos de parecer una copia fiel de un libro de autoayuda escribo mi experiencia para vomitar mi catarsis y  no terminar en un fútil día de esos en que te desquitas con cualquier pendejo que no tenía la culpa, o termines tomando las peores decisiones cuando no era el momento adecuado, cuando estamos jodidos la mejor opción es quedarnos quietos, dejar que el agua corra, y no resistirse a los cambios, porque estamos sujetos a un cambio permanente continuo en nuestra existencia.

Yo me reía de las culebras que pasan en la tele porque una gente que se había visto hace 20 años se pasaba por un lado sin  reconocerse, pero es que pasa!, me pasó hace unos días, que venía yo deambulando por el satélite de la tierra llamado luna, alguien agitó la mano haciéndome regresar a tierra y era justo un personaje de esos  que no veía desde hace 20 años, entonces descubro que no tengo que envidiarle la juventud a ninguna carajita, ni las prótesis a ninguna modelo de TV.

Pues ha pasado el tiempo, yo he caminado en él, he ganado experiencia, debo permitirme ser insoportable unos cinco días mientras pasa mi período menstrual…

Iris Morales

sábado, 9 de octubre de 2010

“AUNQUE NO TUVE ALAS “

Estaba llorando y sentía que mi nariz estaba irritada, no era tristeza lo que sentía, me llevó bastante tiempo y muchos sueños comprender que esa chica de largos cabellos negros, piel tostada por el sol,  mirada profunda color miel, con una emoción estremecedora, con unas manos fuertes que sostenían una tinaja de barro grande y pesada, era YO!

No recuerdo que edad tenía la primera vez que desperté agitada, sobresaltada con el corazón acelerado, corrí abracé a mi madre,  ella tiernamente me dijo: no tengas miedo mi niña, nunca antes logré hablar de  este sueño, pues no solía recordar con claridad.

A medida que fueron pasando los años: empecé a observar el ambiente que me rodeaba, hacía frío,  un viento helado me paralizaba, entonces justo lograba ver uno pies, calzados por unas  sandalias de piel, poco a poco  se acercaban hasta donde me encontraba, una luz muy fuerte me dejaba  divisar sólo el reflejo de alguien que se acercaba hasta mi lugar…

Muchas noches forcé no dormir,  sentía miedo, pues a medida que el reiterativo sueño iba tomando forma,  aparecían nuevas novedades, entre ellas sucedió: que empezó a verse un poco más sobre aquel personaje que bajaba una especie de empedrado imitando una actual escalera, eran los pies de un hombre, su ropa era blanca  y justo cuando logré ver un poco más de este atuendo: yo dejaba caer la grande tinaja, esta estallaba en las duras rocas que entornaban el suelo que pisaba, fragancias fuertes sensibilizaban mi olfato, todas expendidas por el líquido derramado de la tinaja rota.

Pasaron muchas noches de repetición de esta escena, me parecía estar en una función del antiguo cine continuado…

Descansé por varios años, casi olvidando este sueño, hasta que una larga noche de insomnio me invadió y volví a aquella escena notando que aquella misteriosa silueta empezaba a tener forma, aturdida y consciente de resolver que sucedía desde el lado de mi cama, en una especie de conexión logré levantar el rostro en el sueño, está vez avancé hasta la silueta, era un señor vestido de blanco con grandes manos: con unas heridas en forma de agujeros en ellas, posó  entonces su mano derecha en mi cabeza, en este instante desperté sobresaltada, lloré emocionada sin comprender que me sucedía.

De nuevo hubo un largo receso dejé de tener este sueño recurrente, hace pocos días justo cuando me preparaban para hacerme una cirugía, estaba lista en medio de aquella camilla central rodeada de médicos el anestesiólogo empezó a decirme un montón de cosas, en un suspiro dejé de escuchar y de nuevo regresé a mi sueño recurrente, estábamos esta vez muy cerca yo podía tocar su ropa blanca, era una especie de túnica,  observé esas mismas manos posarse en mi cara, tocó mi nariz, en ese momento logré distinguir el olor de aquellas fragancias eran algo como mirra, canela, azafrán y  otras substancias aromáticas, diluidas en un fuerte aceite, este señor me decía unas palabras pero aún por los destellos no logré ver su rostro, tampoco escuchaba aunque se notaba que hablaba con voz fuerte, mi sueño no tenía volumen, o yo quizás soy una especie de sorda en él.

Una paz infinita me invadió desde mi camilla porque este señor estaba justo al lado de mi médico mientras realizaba mi cirugía, y finalmente vi su rostro, una piel bastante bronceada de oscuros ojos pero de dulce mirada, le hacía una especie de camino con los dedos a mi médico, le guiaba con los dedos, de vez en cuando posaba sus manos en los hombros del joven médico, me inquieté porque me reconocí tal cual soy ahora, pero volvimos a aquella cueva, y esta vez yo no estaba llorando emprendía una carrera atrás de aquel hombre que regresó su paso y desapareció, logré notar que aunque corría fuerte no me cansaba , estaba flotando, con una nueva apariencia transparente y ojos saltones, preocupada desde mi camilla porque necesitaba de ese aliento que se iba flotando pensé rápidamente en la joven de cabellos negros, entonces ella saltó fuerte y logró alcanzar a la nueva apariencia, apareció de nuevo el señor iluminado de blanco,  me tomó las manos y desperté entonces en la habitación de la clínica con mucho dolor y con las manos del  joven médico tomando las mías.

viernes, 8 de octubre de 2010

Hoy pienso: ¿Es igual el sueño que un sueño?

He descubierto que se puede correr, sin usar las piernas, pues en mi noche anterior, me invadía el temor,  sin embargo yo logré correr y salvarme, mientras ese gran temor trataba de alcanzarme, mi suerte fue astuta y me dejó correr aún sin usar mis piernas.

¿Como podría correr realmente si estaba dormida; si mi sueño pesado no dejaba moverme?

Fue entonces cuando descubrí que el sueño siendo un sueño es tan real como lo que puedes tocar en la realidad.

Finalmente desperté y mi cuarto lleno de muchas cosas estaba vacío, pintado de blanco y yo podía flotar entonces me miraba a mi misma acostada en mi cama, además bien dormida, logré tocar el techo, traspasar las puertas sin abrirlas, curiosamente no me daba miedo, entonces de pie frente a mi casa, empecé a correr por la larga calle,  y cuando iba exactamente frente a los grandes árboles logré tomar mis piernas contra mi pecho, sentí el  viento chocar contra mi cara, entonces descubrí que volaba y unas grandes alas salieron en mi espalda, sentí un dolor extraño en  mis omoplatos, sin embargo fue breve el dolor, entonces abrí mis brazos y subí hasta el alto cielo, ciertamente mientras volaba recordé que estaba en mi cama dormida entonces: traté de mirar mi cuerpo durante el vuelo observé que mi cuerpo era ligero muy blanco además no debía tener huesos porque podía ver a través de de él, justo observé muchos colores todos se posaron en mi cabeza en forma de rayo sentí entonces desde mi cama la intensa necesidad de despertar, y por un momento mi cuarto tan blanco estaba destellado de colores intensos yo no lograba despertar, pero si lograba mirarme en la cama mientras insistía en despertar, de nuevo estaba posada en el techo de mi cuarto justo en la esquina derecha, desde allí, mis alas habían desaparecido y en menos de un segundo desperté sin lograr recordar casi nada,  pero con un detalle bastante extraño:

“mi bata de dormir tenía un gran agujero justo en la altura de mis omoplatos”…

sábado, 25 de septiembre de 2010

Comer rica carne fresca es comer en:



SOGUERO- RESTAURANT
SENTIR LLANERO


Espectacular atención, en la montaña, música en vivo, ricooooooooo!

Av. Principal Quinta Restaurant Soguero 
Urbanización Hoyo de La Puerta 
Tel : (0212) 9420562 / Distrito Capital-Caracas
Clasificación: Restaurantes de Carnes

En el Hatillo decir comida criolla es sinónimo de ir a:


RESTAURANT  LA GORDA
El asado negro de este sitio es único e incomparable, no dejes de probarlo...

En la Florida-Caracas comer es delicioso si vas a:

SAN MARCO RISTORANTE
Excelente atención y rica comida...

En lo alto de Wairara Repano comer divino es comer en:


CUMBE

Ubicado en la estación del teleférico Galipan, un lugar con una espectacular vista de Caracas, amplia terraza aérea, su especialidad es la comida venezolana, capacidad  para 80 personas
Teléfono: 7936050

Que ricooooooooooo!





Si quieres comer en una linda terraza en un lindo pueblo como el Hatillo, entra y deja que te atiendan en la PIZZERIA - RESTAURANT FOCACCIA DE LA NONNA...
espectacular!!!

UMMM...


En la Torre Este de Parque Central, existe un lugar fresco, con grandes ventanas, y sirven comida gourmet, a buen precio, si quieres escapar de lo rutinario acércate al  BAR - RESTAURANT OLIVO

COLONIA TOVAR



TASCA RESTAURANT RUMBACH


Ubicada en el lindo pueblo de la Colonia Tovar, exquisita comida, esmerada atención, buenos precios, excelente ubicación... ME ENCANTÓ